Los delincuentes que irrumpieron en horas de la noche del pasado viernes 23 de febrero en el sagrado templo de la Virgen de La Milagrosa de Maracaibo para hurtar la corona, lo hicieron a través de un boquete hecho en la puerta principal de la iglesia, la cual violentaron destruyendo el revestimiento de madera y cortando una pequeña protección de hierro.
El espacio que quedó abierto no supera el medio metro de diámetro, por lo que las autoridades presumen que el ladrón tuvo que ser un adolescente o una persona adulta de contextura muy delgada. Algunos residentes de esa zona de Haticos por Abajo, sostienen que el hurto fue cometido durante horas nocturnas, cuando generalmente hay racionamiento eléctrico en el sector.
En este sentido, criticaron la osadía del sacrílego que llevó a cabo la repudiable acción, tomando en cuenta que tuvo que valerse de una herramienta cortante (presuntamente una segueta) para picar las barras de la protección, lo cual genera un ruido muy particular, sin el más mínimo temor de que algún residente o transeúnte podría ver y escuchar lo que estaba sucediendo.
"El que se metió en la iglesia conoce muy bien esta zona por la forma en como actuó. Ni siquiera le dio miedo que lo vieran a distancia o que alguien escuchara el sonido que hizo para romper la puerta. El templo está construido sobre una pequeña loma, tiene protecciones y medianas cercas de concreto, que obstaculizan tener una vista de la puerta y de la parte frontal", dijo un residente que prefirió mantenerse en el anonimato.
Los primeros en enterarse de la ausencia de la reliquia fueron el padre José Gregorio Montenegro, párroco de La Milagrosa y Asdrúbal Santiago, delegado de palabra y comunión del referido templo, quienes atónitos dieron parte a las autoridades sobre lo ocurrido y aseguraron que además de la corona también se llevaron otros objetos entre los que destacan la aureola, el capón y un porta viril.
Tras ser consultado sobre las características de la corona, el padre Montenegro aseguró que la reliquia fue una ofrenda hecha por la feligresía hace unos 17 años, aproximadamente, y que no está hecha de oro. Está fabricada en bronce con un baño de oro, al igual que la aureola. Enfatizó que a lo largo de los años, este icónico templo marabino ha sido profanado por la delincuencia común.
José Gregorio Flores/Noticia al Día